El apego: es el hilo invisible que une nuestras relaciones pero a veces se enreda demasiado.
¿Por qué te apegas como si te fuera la vida en ello? O, por el contrario, ¿huyes como si el compromiso fuera un deporte extremo?
Tranqui, no eres un caso perdido. Todo tiene una explicación (y una solución).
Si tus relaciones parecen un guión de telenovela o simplemente sientes que algo no encaja, aquí estoy para ayudarte a transformar la forma en la que te vinculas.
Vincularse mal no es solo un problema de pareja, es algo que afecta todas tus relaciones: con amigos, familia, compañeros, contigo.
El problema es que estos patrones se repiten una y otra vez, casi como si estuvieras atrapado en una película con el mismo guión. Te enganchas a relaciones complicadas, te autosaboteas cuando las cosas van bien, o sientes que nunca te entienden de verdad.
Puedes pasar de la idealización absoluta a la decepción total en cuestión de días, o tal vez vives con una sensación de vacío que no sabes explicar. Todo esto genera un desgaste emocional enorme, y al final, terminas preguntándote: ¿seré yo el problema?
No eres tú, es la forma en la que te vinculas. Tu cerebro ha grabado un mapa emocional basado en experiencias pasadas, si ese mapa está lleno de señales equivocadas, es normal que termines en el mismo sitio.
Estarás agotado/a de no saber cuál es ese problema, pero entenderlo es el primer paso para cambiarlo.

- Ansiedad constante en tus relaciones.
- Miedo (o pánico) al compromiso.
- Relaciones montaña rusa: te alejas y luego persigues.
- Problemas para confiar en los demás.
- Elección de parejas problemáticas una y otra vez.
- Necesidad extrema de aprobación.
- Sensación de vacío o desconexión emocional.
- Te autosaboteas cuando todo va bien.
- Idealizas al otro y luego te decepciona rápido.
- Sientes que nadie te entiende.
Estarás cansado/a de no entender cuál es el problema. Spoiler: no eres tú, es tu forma de apego
Te ayudo a entenderte.